Se nos fue este Jueves Santo de 2.023, con muchas alegrías y satisfacciones y aunque el tiempo no ayudó, centenares de capas blancas volaron desbordando si cabe, aún más, la salida de nuestra Reina de la Paz. El trono se vio, como pocas veces, rebosando portadores en sus costados, sin posibilidad de entrar ni un alfiler y con el añadido de un paso renovado según el gusto de nuestro Mayordomo y sus ayudantes, todo al compás de la música escogida de antemano; ¡¡¡que “paso” tan bonito han conseguido, que “movimiento acompasado” hemos visto!!!!, era de pura lógica que los sentimientos afloraran y las lágrimas se derramaran sin remedio.
Ya con nuestra titular a hombros, primeramente como de costumbre, procedimos a reverenciar a Ntro. Padre Jesús que iniciaba su peregrinación.
A continuación se preparó todo para nuestra salida y mientras se iba formando el cortejo quisimos inmortalizar el momento con todos los costaleros de nuestra Virgen.
La salida fue apoteósica, con una marcha elegida exprofeso para la ocasión, momento cumbre que culminó con la tradicional suelta de palomas, símbolo de la Paz.
Ya en la calle Carrera se pudieron ver las filas de Nazarenos, las Mantillas y el trono de la Paz, formando en conjunto un auténtico reguero azul y blanco que llenaba toda la calle; a destacar la cantidad de niños portando simbólicos de nuestra hermandad y de nuestra Virgen y como no, nuestras mantillas, perfectamente ataviadas y dando un toque de elegancia como solo ellas saben dar.
Proseguimos por la calle Alta y el reguero azul y blanco se alargaba más aún si cabe, así hasta llegar a la calle Albarrada, donde el Mayordomo volvió a impresionarnos con ese paso que se había ensayado previamente en la casa Hermandad y que fue además de novedoso, maravilloso y elegante. Nuestros costaleros volvieron a repetir el paso ya llegando a los cuatros cantillos: … “amigo Paco, has conseguido emocionarnos con ese ritmo acompasado y elegante que tan difícil parecía de hacer y que tan fácil lo habéis hecho ¡!!Gran mérito el tuyo como Mayordomo, si señor!!!!
Otro momento cumbre fue la “levantá” en la calle grande con Nuestro Padre Jesús esperándonos en la puerta de la Iglesia, ¡!!!!!qué poderío de costaleros, cuanta juventud. Tenemos una hermandad, muy joven, muy sana y con muchas ganas de hacerlo bien.