Las hermandades, nuestras hermandades, penitenciales y de gloria, aquellas agrupaciones de piadosos
cristianos, empeñadas en el culto, la oración y la caridad, y que empiezan a consolidarse, tal y como las
conocemos, allá por los siglos XV-XVI, son fruto de la sociedad, el sentimiento religioso y las
necesidades, materiales y espirituales, de su época. Hoy día siguen dándole respuesta, en esencia, a las
mismas necesidades que las hizo nacer.
Sin embargo, estas entidades, vivas y dinámicas, van adaptándose a la sociedad y al medio en el que se
desenvuelven, sin lo cual no hubieran podido subsistir.
Ayer, Viernes de Dolores, con motivo de la celebración de elecciones a Hermano Mayor en nuestra
Hermandad de la Paz, tuvimos ocasión de comprobar como la mujer, también en este mundo dominado
preferentemente por el hombre, ha alcanzado la cota más alta de la institución.
Ayer, Viernes de Dolores, despedimos, tras el merecido agradecimiento, a nuestro querido Rafael
Escalante Valdivia como Hermano Mayor de la Hermandad; y elegimos, como viene siendo habitual entre
nosotros, por aclamación unánime en la Junta General, a nuestra querida Alicia Gómez Lora Hermana
Mayor de la Hermandad.
Ayer, Viernes de Dolores, fuimos la primera Hermandad penitencial de Teba, que se sepa, en nombrar
una Hermana Mayor, seguramente no será la última, desde luego entre nosotros.
Querida Alicia, desde aquí, tal y como te indicamos ayer, te damos las gracias por tu valentía y tu
generosidad.
Recibe también nuestro apoyo y aliento, a buen seguro también tendrás la ayuda de nuestra sagrada
titular; la Virgen de la Paz.
¡Enhorabuena Alicia!
Alfonso Martínez Maraver
Hermana Mayor por aclamación
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